martes, 30 de agosto de 2011

Cuando los Jinetes atacan...

La escritura académica en Iberoamérica ha sido un proceso muy complicado, lleno de contradicciones y desvaríos que terminan dificultando al estudiante el estudio y la representación escrita de un tema. La doctora Paula Carlino, una docta de la Universidad de Buenos Aires, plantea que tales desatinos a la hora de escribir se deben principalmente a cuatro tendencias del escritor universitario (el cual puede ser un estudiante de pregrado, de postgrado e incluso de  maestría o doctorado) que cohíben la obtención de un excelente escrito.

Estos Cuatro Jinetes del Apocalipsis son según la doctora:
  1. La dificultad para escribir teniendo en cuenta a perspectiva  del lector
  2. El desaprovechamiento del potencial epistémico ni la variedad de opiniones
  3. La propensión a revisar los textos solo en forma lineal y centrándose en aspectos locales y pocos sustantivos
  4. La postergación del proceso de empezar a escribir

La autora plantea que estas problemáticas son inherentes a la cultura académica de su país debido al escaso apego a la lectura desde la primaria y el bachillerato, factor que tanto el ministerio como el gobierno se han molestado en cambiar.

La dificultad para escribir teniendo en cuenta a perspectiva  del lector
Cuando un autor va a empezar a hacer un ensayo, una reseña o algún otro escrito académico lo primero que este debe tener en cuenta es al público al que va dirigido, ya que eso es lo que definiría la estructura que el texto en si llevaría, es decir, el nivel de complejidad de las palabras y las ideas, las definiciones y argumentos que el escritor tiene que sustentar y el grado de abstracción que este debería llevar. Según Carlino, en la universidad esta característica importante se ha disminuido, y no solo por la ausencia de una facilidad del escritor para comprender lo que su lector es capaz de entender, sino también por el empeño y la dedicación del autor a la hacer su escrito.

Esto se debe principalmente al hecho de que el autor es muy celoso de su obra, lo que le impide hacerle las correcciones necesarias a su escrito para facilitarle los niveles de abstracción a su lector. Esta falencia suele ocurrir durante toda la construcción del escrito, siendo una de las más comunes a la hora de dar un mensaje a un grupo de lectores.

El desaprovechamiento del potencial epistémico ni la variedad de opiniones
Este problema parte del anterior no solo en el hecho de convertir un escrito en una declaración de la opinión del autor, sino también en el descarte de una visión que brinde una tesis certera a su lector, en pocas palabras, que proponga una perspectiva objetiva sobre el tema de su escrito. Según Carlino, esto es un desperdicio del tema a tratar, ya que el aporte de múltiples opiniones de distintas facciones de un asunto haría que el escrito fuese mucho más  completo y otorgaría más seriedad a la opinión del autor.

La propensión a revisar los textos solo en forma lineal y centrándose en aspectos locales y pocos sustantivos
La tercera problemática de la doctora Paula nace en el momento crucial de corregir un texto, es en ese instante en que el autor, enamorado de su propio escrito no hace las correcciones adecuadas al escrito, creyendo que por añadir unos pequeños apuntes o unas ideas adjuntas la esencia del texto y su posición sobre el tema se perderán de forma irremediable. Esto trae como consecuencia la costumbre a seguir cometiendo las fallas y a no corregir su estilo, dando espacio a que las falencias sigan ocurriendo. Carlino también nos cita el análisis del doctor Sommers, el cual revela la tendencia de los estudiantes en revisar sus textos por partes (cuando si los revisan), sin analizar las ideas que ese escrito mantiene, trayendo consigo grandes errores de coherencia y cohesión en sus puntos de vista por añadir frases o palabras que poco o nada tienen que ver con el tema a tratar.

La postergación del proceso de empezar a escribir
La cuarta y última tendencia descrita por la doctora Carlino ocurre durante el proceso de escritura, y como su nombre lo indica, es la vieja costumbre de aplazar día tras día el ejercicio de la escritura, conduciendo a la eternización de este proceso y a que el escritor se vea en escases de tiempo a la hora de buscar recursos. Esta problemática conlleva a que el autor termine su obra demasiado pronto, exponiéndola a los defectos de la falta de planeación

Considero que todas estas falencias expuestas por Carlino tienen gran valor en la búsqueda de un buen modelo sociocultural de escritura, y poseen mucho peso como análisis de porque la escritura académica padece un déficit de calidad a la hora de tratar de exponer un tema en específico.  También creo que como estudiante una buena planeación sería la mejor vacuna para evitar que estos errores se manifiesten poco o nada, por lo que vimos en la clase del martes 22 de Agosto, la escritura académica tiene un proceso muy denso dándose mayor relevancia al procedimiento de planeación que a la acción en sí  de escribir.

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